Cuenta la leyenda que las hadas recogían gotas de rocío de una flor única que solo florece en las noches de luna llena en el bosque Bijarim. Esta flor conocida como " Flor de la Eterna Juventud", contiene propiedades mágicas que otorgan una piel radiante y libre de imperfecciones a quienes la utilizan.
Las mujeres de Jeju, conscientes de este secreto ancestral, aprendieron a extraer la esencia de esta flor y combinarla con minerales volcánicos y aguas termales de la Isla. Este ritual se ha transmitido de generación en generación, manteniendo viva la tradición y los misterios de la isla.
Ahora, te invitamos a descubrir la magia de Jeju a través de nuestras cremas, formuladas con los mismos ingredientes naturales y secretos. Al aplicar nuestras cremas, no solo estarás cuidando tu piel con lo mejor de la naturaleza, sino que también estarás contribuyendo a esta tradición mística que ha perdurado a lo largo de los años.
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